domingo, 17 de enero de 2010

HAITI, HAITI, HAITI

Cuanto dolor, cuanta desesperación y cuanta desesperanza.

Hoy como ayer y antes de ayer todos somos haitianos y haitianas. Nuestras conciencias de seres humanos libres y solidarios tiene que pasar de la reflexión a la acción de forma individual y discreta, pero también colectiva.

Que cada uno de nosotros participe en aquel proyecto que sienta mas cerca a sus convicciones, pero no nos quedemos delante de nuestro ordenador lamentando el sufrimiento de un pueblo, con una pobreza insoportable para la conciencia humana.

Los Gobiernos del mundo, las economías globalizadas, las grandes fortunas deben de responder a la llamada del dolor.
Tendremos que ser los laicos los que recordemos aquellas palabras del Hombre Bueno: "repartir todas vuestra propiedades entre los pobres y seguidme". Pero no se las recordaremos a la sociedad civil, la que se aparta del camino verdadero, según algunos Padres de la Iglesia.

Se lo recordamos a la Iglesia Vaticana, la que nos da lecciones de moral cada día, la que tiene que dar ejemplo de caridad cristiana, la que atesora riquezas que pocos humanos conocen. Los mismos tesoros, riquezas y opulencia que apartaron de la fe a... ¿decenas, centenas, miles....? de católicos creyentes.

Una sola pintura de Tizziano o Tintoretto o un sólo Trono donado por Reyes a Papas del pasado, una escultura, un... acabarían con mucho sufrimiento del que hoy padece éste rincón del mundo.

Nuestro Colectivo se une a la movilización social, a la solidaridad activa, individual y colectiva y pide Justicia y Solidaridad con éste pueblo que sufre, EL PUEBLO HAITIANO.

JUNTOS PODEMOS.

2 comentarios:

  1. "El señor Don Juan Robres, con caridad sin igual, hizo este santo hospital... Y también hizo a los pobres".

    Atribuido a Ruiz de Alarcón




    "El señor Don Juan Robres, con caridad sin igual, hizo este santo hospital... Y también hizo a los pobres".

    El problema de los tecnócratas es que operan en la asepsia intelectual y política. Perciben el efecto (el crecimiento de los pobres), pero son incapaces de ligarlo a la causa (pobres políticas, corrupción, impunidad, desigualdad, favoritismos). Proponen su solución (IVA generalizado más 2% al que ya existe) y si la realidad no se cuadra (rechazo colectivo), peor para la realidad. Como son administradores coyunturales y no estadistas, no pueden encabezar el gran movimiento popular que las circunstancias del país exigen y que debiera iniciar con el reconocimiento de lo equivocado y lo torcido para sanarlo.

    Allá los ricos prudentes, acá los pobres manirrotos. El país es rehén de camarillas sindicales y el gobierno busca alianzas con ellas en lugar de llevarlas ante la ley. El sistema de recaudación es uno de los más ineficientes y menos modernos, pero la autoridad prefiere no tocar a los privilegiados y carga la mano a los indefensos. Padecemos una clase política ineficiente y vampiresca que no rinde cuentas ni las rendirá pronto, y el gobierno prefiere responsabilizar de nuestros males a “las crisis que nos llegan del exterior”



    Desde la óptica tecnócrata, el mundo se arregla con modelos econométricos. Nada de cursilerías como la sangre, el sudor, el trabajo y las lágrimas ofrecidas por un Churchill para salvar a su país.
    Todos sabemos qué es lo que se debe hacer para recuperar el rumbo , pero ello requeriría de verdaderos dirigentes, mujeres y hombres que piensen primero en el bien del país y del pueblo antes que en sus propios intereses y sean capaces de transmitir emoción a las mayorías y detonar movimientos populares. Usar el nombre de los pobres en vano para justificar el fracaso y la pérdida de rumbo es una evidencia más del terrible estado de cosas al que hemos llegado.

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  2. Paco Garcia Ramos19 de enero de 2010, 7:48

    L.P.N,,,,tu reflexión está cargada de razón, pero hay que pasar a la acción.
    De los actuales dirigentes nada podemos esperar. Ni motivan, ni ilusionan ni aportan nada que no sean palabras huecas, espacios comunes y justificaciones que les permiten seguir viviendo muy bien de los impuestos.
    Por ello te recuerdo aquella canción cuya letra decía...."a la calle que ya es hora de pasearnos a cuerpo....
    Que tengas un buen día L.P.N.

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